Vienen los Payasos

Uno de los mayores traumas de infancia que ha sufrido este humilde redactor fue cuando sus padres, una Navidad de hace 26 ó 27 años le colocaron en las rodillas de un tipo en paro que se había tenido que disfrazar de Rey Mago para llegar a fin de mes.

Otra experiencia sumamente desagradable de mi niñez supuso la primera (y única) visita al Circo, donde por primera vez entré en contacto con el respetable y terrorífico colectivo profesional de los payasos. Comprendo que a muchos les pueda hacer reír y que, incluso, su disciplina pueda ser estudiada como arte; pero entiendan también que los payasos pueden resultar seres de pesadilla.

Su maquillaje y atuendo parecen intuir deformaciones grotescas o parálisis faciales y su perpetua sonrisa parece la que se dibuja en el rostro de los psicóticos.

La cultura popular ha sabido detectar este elemento insano de los payasos y nos ha dejado para el recuerdo algunos payasos que, por derecho propio, merecen estar en el panteón de los dioses oscuros.

Posiblemente fue el Joker el primer payaso siniestro, el clásico villano de Batman se adelantó en 30 años a John Wayne Gacy; a finales de los años '70, este siniestro individuo fue detenido por torturar y asesinar a 33 jóvenes en Chicago, por lo que fue condenado a muerte. Gacy era en apariencia un ciudadano ejemplar que los fines de semana trabajaba como payaso con el nombre artístico de Pogo.

Stephen King se basó seguramente en este asesino para crear su payaso Pennywise, villano de la novela de 1986 It, posteriormente convertida en serie de TV. Killer Klowns from Outer Space de Stephen Chiodo, fue una película de 1988 que narraba la invasión de unos alienígenas con aspecto de payaso. Poco después Doink el Payaso se hacía un hueco en el mundo de la Lucha Libre profesional americana como uno de los personajes más odiados por el público.

En los años '90 empezaron a triunfar bandas de música hardcore como Insane Clown Posse, Twiztid o Slipknot, que se disfrazaban de payasos. Todos ellos eran herederos de los clásicos Kiss. En el cine la última muestra de terror circense ha venido de la mano del Capitán Spaulding de la Casa de los 1.000 Cadáveres dirigida por Rob Zombie.

Si bien deben existir muchos más payasos terroríficos, por lo que les invito a que me ayuden a seguir engrosando esta estimulante lista.