El Comedor de Ostras
BERNARDO ES COMEDOR de ostras profesional, las come de 9 a 6 todos los días de la semana salvo el domingo. A las 12 suele descansar unos minutos y se baja a la cafetería a tomarse un café y fumarse un cigarrillo. De 3 a 4 descansa para comer, casi siempre prefiere verdura.
Bernardo tiene su mesa de trabajo cubierta con un mantel de plástico. A su lado hay 100 personas que desempeñan su misma labor y 5 encargados que, sin parar, les traen cubos de ostras y retiran después las conchas vacías.
Desde los años '70 hay una superproducción de ostras, se generan millones de toneladas al año, durante un tiempo, los gobiernos tenían que destruir los excedentes. Sin embargo, los grupos de presión humanitarios y las organizaciones no gubernamentales dieron pie a una profesión que lavaba la conciencia de los países desarrollados. La consigna era que ningún alimento debía ser destruído mientras siguieran existiendo hambrunas. Por otro lado, con este tipo de nuevos trabajos se combatía el paro endémico en Europa.
Bernardo había hecho cuentas. Ganaba 25 céntimos por ostra, lo cual no le dejaba un mal sueldo. Los problemas surgían con los recién llegados, los jóvenes que desean hacerse ricos en poco tiempo y devoran ostras sin mesura, sufriendo aparatosas indigestiones que a más de uno han llevado a la muerte. No son conscientes de los arriesgado que es comer ostras.
Del mismo modo que los mineros sufren silicosis, los comedores de ostras tienen su particular enfermedad profesional. Todos acaban padeciendo cálculos en el riñón. Bernardo ya ha sido operado 2 veces de este mal, si bien ha obtenido una generosa compensación económica por ello; y es que de los riñones de los comedores de ostras se extraen raras y bellísimas perlas...
[Primeras líneas del primer capítulo de Todo lo que se ve. Alberto Ávila Salazar. Lengua de Trapo. Madrid. 2006]
7 Comments:
Dicen por ahí que se genera gran excitación sexual comiendo ostras, no?
No tiene este señor también desgaste peneano?
Tengo que hacer deberes con su recién publicada novela, caballero. Lo reconozco.
Por ahora parece apetitoso :)
Un saludo.
¿Le ha pedido permiso a don Pote para publicar esto? :D
Noemi: El desgaste de Bernardo es más emocional que peneano.
Aura: Gracias por el cumplido.
Sr. Brujo: Al fin y al cabo es publicidad, ¿no? Supongo que don Pote estará encantado.
Tengo que conseguir la novela de ese tal Alberto Ávila.
¿Usted lo conoce bien?
Qué pasada. Con tus idas eternas y tus venidas fugaces he andado bastante desconectada de tu universo.
Gracias por regalarnos el comienzo de tu libro. Me parece una pasada.
Enhorabuena por todo lo que te está sucediendo.
Abrazo orgiástico.
mir esto!
http://urbanity.blogsome.com/2006/02/17/ryugyong-hotel-el-rascacielos-abandonado/
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