La Casa Blanca
El primer LP de los británicos Whitehouse, Birthdeath Experience, salió a la luz en 1980. Desde esta fecha, la banda de William Bennett se ha mantenido fiel a un sonido basado en capas de ruido blanco, frecuencias subsónicas graves, enervantes efectos electrónicos y una ausencia total de base rítmica.
Sus discos funcionan por saturación, en raras ocasiones duran más de 30 minutos y son una colección de mazazos acústicos y frecuencias sonoras a veces altísimas y otras casi imperceptibles. Su último trabajo data de 2003 y se titula Birdseed.
Se trata de una colección de 6 temas obsesivos en los que se intercalan testimonios reales de mujeres y niñas violadas que culmina con un tema minimalista titulado Cut Hands has the Solution que, para muchos, es el mejor trabajo de la banda.
Bennett inició Whitehouse dejándose llevar por la influencia de bandas como Throbbing Gristle, Cabaret Voltaire y la Yoko Ono más radical. Desalentado por los derroteros comerciales del punk encontró en este proyecto el camino que, a su juicio, debía seguir la música rock.
A lo largo de los años múltiples han sido las formaciones que ha tenido esta banda, en la que tan sólo se ha mantenido fijo Bennett. Hoy en día Whitehouse tiene formato de dúo, junto con Phillip Best, quien se unió al grupo cuando contaba 14 años, en 1982, durante la gira del mítico LP Psycopathia Sexualis.
A mediados de los ochenta trabajaron con Steve Albini, quien les produjo algunos discos, en esta época Jordi Valls (a quien le dediqué el 6 de julio pasado un post) hacía las veces de manager del grupo, y les conseguía conciertos no sin antes asegurar que representaba a un inofensivo combo de pop electrónico.
Los conciertos de Whitehouse han trascendido como auténticas batallas campales. De siempre Bennett ha disfrutado con la hostilidad de la audiencia y, en una ocasión, bloquearon las puertas de un local para que no entrara la policía, cuando por fin echaron las puertas abajo la banda salió tranquilamente pues lucían (y lucen) un aspecto absolutamente normal.
En otra ocasión, en Newcastle, Bennett agredió a una espectadora, por lo que no pudieron tocar durante 10 años en aquella ciudad. También en Newcastle tocaron para una sola persona (la encargada de cerrar el local). En Olimpia (Washington) un concierto fue interrumpido por una turba de fundamentalistas cristianos, formándose una reyerta que acabó con el grupo en prisión y deportados de vuelta a Europa.
Lo cierto es que, a pesar de su aislamiento y extremismo, Whitehouse ha sabido seguir estando en vanguardia durante 25 años sin perder un ápice de interés. Si desean probar emociones fuertes y hacerse con algún disco de este grupo, recurran a la página web de la discográfica Susan Lawly, donde también encontrarán abundante información sobre Whitehouse. Por otro lado, existen usuarios (muy contados) de las redes de intercambio de archivos que comparten trabajos de esta banda.
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