el blog de bubastis

miércoles, junio 01, 2005

Superpop

Me aburre la música pop; tengo 30 años y ya he vivido muchos vaivenes de una industria anclada en el pasado y en la monotonía. En la última década el que llevaba la camiseta de Nirvana se la mudó por la de Oasis, luego por la de Coldplay, White Stripes, The Strokes...

Cada poco tiempo la industria se revoluciona ella sola con alguna nueva banda que descubre lo que ya teníamos más que conocido.

No quiero que este post parezca rencoroso (aunque lo sea), pues lo cierto es que creo que mientras se sigan haciendo buenas canciones (y se siguen haciendo) la industria seguirá estando legitimada. Lo que pasa es que me aburre este juego.

He decidido aislarme (en la medida de lo posible) del mundanal ruido y comprarme (o bajarme de la mula, para qué vamos a mentir) las cosas que, una de dos, o me generan mucha curiosidad o me interesan desde hace años.

Y es que hoy en día para comprate un disco original, rompedor y diferente tienes las siguientes posibilidades:

a) Que la portada del artefacto sea blanca.

b) Que la carpeta del CD sea de cartón.

c) Que el compacto tenga un precinto de plástico blanco en la parte superior.

d) Que no aparezca por ningún lado el nombre de la banda.

e) Que el nombre del grupo mole muchísimo o bien sea muy raro (por ejemplo: Architecture in Helsinki, The Dead Texan, Joan of Arc, etc.).

f) Que tenga muy buenas críticas en esta página web (siempre y cuando la crítica no esté escrita por Brent di Crescenzio), en esta (si te gusta el riesgo) o en esta otra (para muy exquisitos y clásicos).

La lista no es exhaustiva, pero si aplica cualquiera de estas variantes Vd. acertará y comprará discos bonitos y decorativos que le servirán para vacilar a sus amigos y animar sus solitarias veladas de coñac, bata de seda y furiosa soltería.

No me lo agradezca.