el blog de bubastis

miércoles, julio 27, 2005

Consecuencias de un Accidente de Tráfico

En enero de 1975 Gavin Bryars fue atropellado por un taxi. Como consecuencia de este percance tuvo que pasar varios meses convaleciente. Judy Nylon, amiga suya por aquel entonces, le regaló un disco de música de arpa del siglo XVIII. El compositor, ya solo y con muchas dificultades, consiguió poner el vinilo.

Sin embargo, una vez acostado, se dio cuenta de que había puesto el volumen demasiado bajo. Bryars no tenía fuerzas, por lo que, irritado, escuchó aquella pieza musical apenas audible. Sin embargo, conforme pasaban los minutos sintió una epifanía que, ipsissima verba, así nos narra: "Empecé a escuchar ese disco como nunca antes había escuchado música alguna. Fue una experiencia bellísima, tenía la sensación de un iceberg. No podía oír más que los fragmentos más fuertes de la música, percibía pequeñas ráfagas de notas que me llegaban por encima del ruido de la calle y enseguida se marchaban a la deriva. Me di cuenta de que la música ambiental podía ser algo muy interesante. El resultado de esto es que me tomé la música experimental mucho más en serio".

Una vez restablecido, Gavin Bryars editó en la discográfica Obscure (propiedad de Brian Eno) su obra maestra, The Sinking of the Titanic. La empezó componer en 1969 y se trata de la hipnótica recreación del acontecimiento que da título a la pieza musical. En ella, como extraídas de un sueño lejano, el fenómeno sonoro se despliega como un collage onírico y lejano; una sinfonía de ecos y voces se funden y entremezclan con violines imaginarios, himnos episcopales, ragtimes, cajas de música y el venerable recitado de la Sra. Eva Hart, en aquella fecha última superviviente de la tragedia.

Y estas fueron las consecuencias de un accidente de tráfico.

1 Comments:

At 2:01 p. m., Blogger bubastis said...

He hecho las pertinentes comprobaciones, en la red la anécdota aparece consignada en esta página: http://music.hyperreal.org/artists/brian_eno/liner_notes/discreet_music , en una web de indudable solvencia que achaca la anécdota a Eno en referncia con su LP Discreet Music.

Mi fuente procede de la revista Factory (por desgracia no tengo el ejemplar a mano así que no puedo precisar número ni fecha), si bien por mis notas, y parece que erróneamente, se le atribuye a Bryars.

En todo caso gracias por hacérmelo notar.

 

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