Los Hechizados

Al lamentable reinado de Carlos II, fallecido con el siglo XVII, le siguió el cambio de la dinastía austríaca por la borbónica y a la sangrienta guerra de Sucesión con la que inició nuestro siglo XVIII.

Aquella fue una época de fanatismo y superstición en nuestro país, como lo demuestra que el monarca, perpetuamente enfermo, recurriera a conjuros y exorcismos para recuperarse, con lo que se hizo acreedor del sobrenombre de "el hechizado".

Por aquellos años la creencia en lo mágico y a lo prodigioso no tuvo precedentes en nuestra historia. Se creía que las montañas de la Alcarria mugían durante la noche, que en el Moncayo morían las ovejas que pastaban antes de la salida del sol y se curaban las enfermas que pacían al anochecer. Se creía que los nacidos en Viernes Santo curaban la peste con su aliento y se rechazaban con vehemencia cualquier progreso cultural o científico.

Fue, sin lugar a dudas, una época muy oscura de nuestra historia que tiene visos de repetirse.