El Pedómano

Joseph Pujol nació en Marsella en 1857 y ya desde su infancia se supo poseedor de un don muy especial.

En un día de playa, al sumergirse comprobó con asombro que abriendo sus esfínteres era capaz de absorber grandes cantidades de agua. Asustado, corrió hacia la playa, donde expulsó el líquido a una distancia de varios metros, para la sorpresa de los allí presentes.

Los años transcurrieron y nuestro personaje ingresó en el ejército para cumplir con el servicio militar; allí salió a la luz aquella experiencia de la infancia, y a instancia de sus camaradas de armas Joseph se decidió a repetirla.

Contando con el apoyo de sus superiores, comenzó a entrenar sus intestinos de manera disciplinada. Llenaba una palangana con agua y luego la absorbía y expulsaba repetidamente, varias veces por día. Esta gimnasia intestinal sería el secreto del éxito que lo acompañaría durante toda su vida.

Al salir del ejército, Joseph empezó a trabajar de panadero durante el día, y a frecuentar los music halls durante la noche, realizando shows cómicos y musicales. Pero a su exclusivo "instrumento de viento" todavía lo ejecutaba sólo ante sus amigos más íntimos.

Finalmente, la insistencia de sus allegados le empujó a mostrar su talento en público. El éxito fue inmediato: sus funciones agotaban las localidades, y pronto se consagró con su show en el escenario más importante de Francia, el mismísimo Moulin Rouge.

Vestido de punta en blanco, se presentaba ante los espectadores y realizaba una serie de sonoras "imitaciones". Así, iba dando paso a distintas variantes artísticas: comenzando por el pedo de una niña (suave y medido), de la novia antes y después de la noche de bodas (la diferencia sonora era notable), de una monja, de un sacerdote y de un general.

Después, el Pedómano comenzaba con su número musical. Y es que el Sr. Pujol era capaz de tocar la trompeta con esa parte del cuerpo que Vds. se imaginan. Por último, su número concluía apagando una vela colocada a cuatro metros de distancia, con un soplo de su trasero.

El impresionante éxito amasado en sus representaciones colmaron a nuestro héroe de gloria y dinero. Para que Vds. se hagan una idea, la actriz más famosa de la época, Sarah Bernhardt, ganaba 8.000 francos por cada actuación, mientras que el Pedómano cobraba 20.000.

Este virtuoso de la ventosidad falleció en 1945, retirado, a la edad de 88 años. Sirvan estas líneas como homenaje a su talento.

Si quieren saber más sobre el maestro, no duden en pinchar aquí o aquí; y en este otro enlace pueden consultar información sobre el documental dirigido por Igor Vamos que se le dedicó en 1998.